La importancia de la vacuna de la rabia
La enfermedad de la rabia es considerada una zoonosis, es decir, enfermedad que se contagia de los animales al ser humano. Para viajar a cualquier país de la Unión Europea (y fuera de ella también) con tu perro o gato se exige que poseas un pasaporte oficial donde figure el sello y etiquetas conforme la mascota ha sido vacunada de la rabia previamente.
Pero, en el caso de España nos encontramos con legislaciones contrarias respecto a su obligatoriedad en función de la comunidad autónoma donde residamos. Se considera obligatoria en todo el estado español a excepción de las comunidades de Cataluña, Galicia y País Vasco. Estas comunidades tienen transferidas las competencias en esta materia y han decidido que no debe ser obligatoria.
Es cierto que los casos de rabia que conocemos a través de los medios de comunicación son escasos y aislados pero los veterinarios a día de hoy seguimos recomendando vacunar a nuestros perros contra la rabia.
¿Qué debemos saber del virus de la rabia?
Pertenece a la familia Rhabdoviridae y al género Lyssavirus.
Enfermedad infecciosa que afecta al sistema nervioso central de animales domésticos y salvajes siendo letal en los perros y sumamente grave en las personas provocando una encefalitis y una mortalidad de prácticamente el 100%. Es capaz de infectar a todos los mamíferos pero las mofetas, perros salvajes, murciélagos, mapaches y bovinos son los más vulnerables. En EEUU las mofetas, mapaches y zorros son el principal reservorio del virus.
Se contagia principalmente a través de la saliva por mordiscos del animal infectado.
El virus entra a través de los axones (células nerviosas) de los nervios periféricos hasta el sistema nervioso central y puede eliminarse por la saliva hasta casi 2 semanas después de que se desarrollen los síntomas neurológicos.
En los perros, los signos clínicos suelen comenzar con una fase que dura 2-3 días de nerviosismo y ansiedad. Pueden producirse parálisis en el lugar de la inoculación, fotofobia y la disfagia o dolor al deglutir hace que se acumule saliva en la boca.
No se recomienda el tratamiento de los animales con rabia por el riesgo de salud pública que conlleva y los animales sospechosos deben ser aislados y eutanasiados según la legislación y regulaciones locales.
El diagnóstico definitvo se lleva a cabo a través del envío de tejido cerebral a los laboratorios de diagnóstico.
La vacunación es la medida eficaz para la prevención en perros y gatos, estas vacunas contienen virus inactivados que deben administrarse a animales mayores de 6 meses y con una revacunación anual, la revacunación anual posterior dependerá del tipo de vacuna utilizado y de la legislación local
El último caso reportado de rabia ocurrió en Ceuta, una protectora acogió un cachorro mestizo de 3 meses que empezó a mostrar síntomas de la enfermedad y actuó aislando al can del resto de animales y dando aviso inmediato a la Consejería de Sanidad. El 25 de Junio el laboratorio de referencia del Instituto Carlos III confirmó que habían aislado el virus de la rabia.
Se activó la alerta 1 del Plan de Contingencia para el control de la rabia en animales domésticos en España y se identificó a la persona que introdujo el perro desde Marruecos.
Desde sanidad prohibieron los paseos y salidas de cualquier perro o gato y establecieron un período de cuarentena. El cachorro infectado por el virus había estado casi dos semanas en la protectora cuando manifestó los primeros síntomas.
No se ha detectado ningún caso más en esta protectora hasta la fecha y los veterinarios que estuvieron en contacto con el perro, han sido vacunados de la rabia por precaución. La Consejería de Sanidad de Ceuta recuerda la obligatoriedad de vacunar a todos los perros y gatos y 2 meses al año ofrece una campaña de vacunación gratuita.
La España peninsular y Baleares siguen estando libres de rabia desde el año 1978 pero en Melilla el último caso reportado fue en 2017.