top of page

Dermatitis atópica en el perro

La dermatitis atópica es una enfermedad crónica y la alteración dermatológica más común en perros, su tratamiento dura toda la vida del perro siendo su aparición y brotes muy cambiantes y polifacéticos. Consiste en una inflamación de la piel secundaria a un proceso alérgico complicada o no con infecciones secundarias.


La importancia de esta enfermedad reside en la identificación de los factores desencadenantes de los brotes alérgicos en el perro y es básico evitar el contacto de esos compuestos alérgenos con el animal.


En primer lugar, se debe controlar la exposición de alérgenos que provocan reacciones de hipersensibilidad en la mascota, tales como parásitos externos (pulgas, ácaros y piojos, entre otros), polen o alimentos.


Es imprescindible controlar las infecciones secundarias que se desarrollan en la piel del paciente, tanto de manera superficial como profunda. Llegados a este punto, son importantes las pruebas diagnósticas para la detección de los agentes microbianos específicos que están presentes en la infección, destacando la realización de citologías de la piel dañada para dicho fin.


Los antimicrobianos locales se presentan en distintos formatos tales como champús, soluciones, cremas, geles o toallitas, cuyos principios activos se basan en antisépticos, antibacterianos y antifúngicos.


En el caso de que los síntomas del animal se agravaran sería conveniente realizar cultivos y cambiar el protocolo de tratamiento, empleando antibióticos sistémicos, teniendo en cuenta la gravedad de la infección, si se ha usado previamente o no antimicrobianos locales, siempre teniendo un uso responsable de la administración de antibióticos.


Es importante hacer especial hincapié en la cuidado, higiene, y mejora del estado de la piel con el empleo de baños con champús no irritantes, compuestos por lípidos, aceites y antisépticos.


Por último, la reducción del prurito (picor) es vital para el bienestar de la mascota, de tal manera que se pueden emplear glucocorticoides, tanto tópicos como orales, siempre llevando un control y un seguimiento por parte del veterinario.


Existen fármacos que van innovando el tratamiento del prurito empleando nuevos principios activos como el Apoquel: este compuesto está indicado para eliminar el prurito moderado y grave a corto plazo, el cual es necesario bajar la dosis según vaya haciendo efecto en el animal y reduciendo la sensación de picor. El inconveniente que tiene es que, en algunos casos, no es posible reducir la dosis de fármaco, ya que vuelven a aparecer los signos clínicos.


Existe otro tratamiento para la dermatitis atópica como sustituto del Apoquel que es el Cytopoint (terapia con anticuerpos monoclonales). Consiste en un tratamiento inyectable que en algunos casos consigue controlar el prurito del perro durante un mes y ahorra el tener que dar a nuestra mascota un comprimido o varios a diario.


Otros productos como los antihistamínicos, suplemento con ácidos grasos o inhibidores de calcineurina tienen beneficios limitados y no garantizan una reversión de las alteraciones dermatológicas, pero pueden emplearse combinados con otros fármacos para mejorar el estado de salud del animal.


En conclusión, la dermatitis atópica en perros es una alteración común que requiere de una buena aproximación diagnóstica para su mejor control, así como el estudio de los diferentes tratamientos y sus combinaciones, para mejorar la calidad de salud y de vida del animal.

bottom of page