Sacos anales, ¿es necesario vaciarlos?
Los sacos anales son dos pequeñas bolsas que se localizan a ambos lados del ano, y se abren al exterior en este punto mediante dos pequeños conductos.
En su interior se encuentran las glándulas anales, que van a producir una sustancia oscura y espesa, que desprende un olor muy fuerte y desagradable, la cual se va a almacenar dentro de estos sacos anales. La función de esta sustancia es lubricar y dotar de un olor característico a las heces a su paso por el ano.
Si no presentan ningún tipo de anomalía ni alteración estos sacos no deben ser vaciados de forma manual en cada visita al veterinario o al peluquero.
Y es que parece ser que se ha instaurado en la sabiduría popular que los sacos anales deben mantenerse vacíos, pero esto no es así al no ser que exista algún tipo de patología asociada.
Los sacos anales son susceptibles de inflamación e infección, pudiendo producir en algunos casos dolor y molestia, y es en estos casos en los que sí que habría que instaurar un tratamiento adecuado, que incluye el vaciado manual de los mismos.
Las alteraciones que podemos observar a nivel de los sacos anales van a ser la impactación (obstrucción del conducto de drenaje por presencia de una secreción anormalmente espesa), infección ( las bacterias colonizan el el saco anal impactado) y por último, absceso.
Los síntomas que vamos a poder observar son un excesivo lamido debajo del rabo, dolor región anal, sangrado y secreción purulenta en la zona. Suelen presentar prurito de la zona anal, por lo que en ocasiones es frecuente observar que los pacientes van a arrastrar el ano por el suelo.
El tratamiento consta de varias pautas, en primer lugar se debe llevar a cabo el vaciado manual del contenido de los sacos. A continuación, la desobstrucción de los conductos y la administración local de antibiótico combinado con pauta de tratamiento antibiótico por vía oral.
En los casos más graves se debe llevar a cabo un drenaje quirúrgico, e incluso puede llegarse a la necesidad de la extirpación de los sacos en los casos más graves y avanzados.