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Mi perro tiene sobrepeso, ¿qué puedo hacer?

El sobrepeso y la obesidad canina es una de las principales enfermedades que afecta a los perros domésticos hoy en día. Se calcula que, en EEUU, un 52,6% de los perros sufren sobrepeso y que un 17,6% padecen obesidad canina. En España, los datos serían parecidos.


Se estima que un perro tiene sobrepeso cuando su peso corporal supera en más del 10% su “peso corporal ideal”. Se habla de obesidad canina cuando un perro sobrepasa en un 20% o más su peso corporal ideal. Cuando un perro consume más calorías de las que necesita, éstas se acumulan en forma de grasa.


Tanto el sobrepeso como la obesidad son problemas crecientes y estas son algunas de sus causas:


1. Dieta inapropiada: exceso de calorías o desequilibrio de nutrientes


Una dieta inapropiada, que contenga un exceso de calorías, o bien darle a nuestro perro una cantidad de alimento excesiva es lo que provoca el aumento de peso creciente que deriva en sobrepeso u obesidad canina.

Por otra parte, recuerda que los premios hipercalóricos (las típicas chuches para perros) también favorecen el sobrepeso. Escoge premios saludables u opta por premiar a tu perro con juego o caricias en vez de comida, por ejemplo.


2. Falta de ejercicio


La vida sedentaria de algunos perros domésticos favorece la acumulación de grasa. Recuerda que tu perro necesita hacer ejercicio diariamente. Adáptalo a su edad y su condición y mantén una rutina constante de paseos, momentos de juego, etc.


3. Causas orgánicas del sobrepeso o la obesidad


Hay enfermedades que afectan a la digestión y a la manera en la que el organismo del perro metaboliza los nutrientes. Si adviertes un incremento de peso considerable en tu perro sin causa aparente, consulta a tu veterinario.


4. Castración


Las investigaciones sugieren que las perras castradas comen más y ganan más peso que las no castradas si se les permite un libre acceso a la comida (en perros machos, esta afirmación no está demostrada). Sin embargo, no hay que olvidar que, mediante dieta y ejercicio, la obesidad resulta controlable.


La acumulación excesiva o anormal de tejido adiposo, supone un riesgo para la salud de cualquier perro porque produce cambios en su metabolismo y favorece la aparición de patologías como:

  • Enfermedades respiratorias

  • Diabetes

  • Enfermedades articulares

  • Pancreatitis

Pero la consecuencia más grave del sobrepeso es la reducción de la longevidad que va asociada a todas estas enfermedades. Es decir, si tu perro está obeso o tiene sobrepeso, tiene una menor esperanza de vida que si estuviera en su peso corporal ideal.


Para saber si tu perro tiene sobrepeso, existen dos métodos:


1. Tablas de peso ideal.


Reflejan el peso ideal por raza y por sexo. Son una buena guía, aunque no aparecen todas las razas. En este enlace de VetWest, www.vetwest.com.au/pet-library/weight-the-ideal-bodyweight-range-for-your-dog-by-breed hay un enlace de tabla de peso ideal.


2. Tablas de condición corporal.


Son tablas que dan un valor del 1 al 5 en función de las características morfológicas del perro, como la silueta, la forma de la cintura o la palpación o no de las protuberancias óseas como las costillas o las vértebras. El número 1 es un perro muy delgado, el 3 es la condición corporal ideal y el 5 es un perro que sufre obesidad, con alto riesgo de enfermedad.


Si ya hemos identificado el problema y sabemos que nuestro perro sufre de sobrepeso u obesidad, proponemos algunos pasos a seguir:


Paso 1- ¿Cuánto tiene que comer tu perro?

  • Según la edad:

Los cachorros que se encuentren en edad de desarrollo, necesitan un aporte nutricional muy diferente a los adultos o los perros senior. El organismo de los cachorros debe generar cantidad de nuevos tejidos. Además, su cerebro consume mucha más energía que el de un adulto para procesar toda la nueva información que recibe. Por tanto, el pienso del cachorro debe ser más calórico y dotado de elementos como el DHA, un ácido graso omega 3 fundamental para el desarrollo cerebral y ocular.

  • Según la actividad:

Debemos fijarnos en cuánto ejercicio físico realiza nuestro perro, y por tanto, qué gasto energético tiene. Aquellos animales que queman mucha energía en su día a día, necesitarán una ración mayor de alimento diario o bien un alimento más calórico.

  • Según el clima:

La temperatura ambiental también influye en la alimentación del perro, sobretodo cuando vive en el exterior. En épocas de frío, algunos perros comen más para producir una mayor cantidad de grasas que les proporcionan protección frente a las bajas temperaturas.


Para saber cuánto debe comer tu perro, lo que debes hacer es guiarte por las tablas de indicaciones que aparecen en el saco de pienso o en la lata de alimento húmedo. Se trata de guías orientativas, diseñadas por cada fabricante en función de la composición del alimento, y son muy útiles.


Una vez selecciones la ración correspondiente al peso de tu animal y su nivel de actividad, lo fundamental es observar si, al mantener siempre la ración indicada, tu perro engorda o adelgaza.


Si observas que tu perro engorda en el plazo de un mes reduce la ración diaria de alimento. Si, por el contrario, pierde peso, auméntala gradualmente.


Paso 2- Activa un plan de adelgazamiento


Si tu perro está por encima de su peso ideal, debes activar cuanto antes un plan de adelgazamiento:


1- Visita a tu veterinario: es imprescindible que cualquier plan de adelgazamiento esté monitorizado por un profesional veterinario. Sólo un experto puede descartar que el aumento de peso indeseado esté producido por una causa orgánica, puede determinar cuál es el peso ideal para un paciente canino concreto y puede valorar todas las variables que estén incidiendo sobre el problema. Tu veterinario conoce a tu perro y es quien mejor podrá aconsejarte.


2- Elige un pienso específico: Seguramente, tu veterinario te prescribirá un pienso bajo en calorías. Este tipo de alimentos están pensados para controlar los niveles de energía, grasa y fibra.


3- Pesa y controla la ración de comida diaria de tu perro, siguiendo las indicaciones del paquete de alimento como guía.


4- Evita los extras o premios hipercalóricos o poco saludables: no olvides que, muchas veces, el mejor premio para tu perro es una caricia o una palabra alegre.


5- Aumenta el nivel de actividad física diaria de tu perro: ofrécele paseos frecuentes, adaptados a su edad y su condición física, practica algún deporte canino con él (realiza un entrenamiento muy progresivo) y deja que juegue con otros perros si le gusta.


6- Juega con tu perro, al menos, 30 minutos al día. Manteniendo estas sesiones de juego regulares, además de mantener a tu perro en forma, fortalecerás vuestro vínculo afectivo.


Paso 3- Recuerda que la comida no es amor


Algunas personas caen en el error de pensar que premiar a su perro con comida es un acto de amor. Sin embargo, una “chuchería” canina o felina (o un trozo de comida de nuestro plato) puede significar todo lo contrario si contribuye a que el animal engorde innecesariamente.


La alimentación es un pilar básico dentro del bienestar de nuestro perro y que, por lo tanto, la mejor manera de querer a nuestros animales es seleccionar un alimento equilibrado, sano y adaptado a sus necesidades, y dárselo en la proporción adecuada.


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