Otitis externas en perros y gatos
Durante los meses de primavera y verano inevitablemente buscamos refrescarnos, y ¿qué mejor manera que pasar tiempo en la playa, el río o la piscina? En muchas ocasiones nuestras mascotas también disfrutan del baño y el exceso de humedad en los oídos puede predisponer a padecer otitis, y como consecuencia a la aparición de inflamaciones, dolor y molestias.
Por este motivo, es importante revisar bien los oídos después del baño, secarlos y en algunos casos usar productos de higiene destinados a limpiar y mantener el conducto auditivo en perfectas condiciones.
Además de la humedad, existen otros factores causantes de esta enfermedad tales como traumatismos, cuerpos extraños en el oído, inflamaciones crónicas (perros y gatos con atopias, alergias alimentarias…) o infecciones óticas mal curadas.
Las otitis externas (que afectan al canal auditivo externo) pueden ser causadas por ácaros (parásitos, el principal es Otodectes cynotis), bacterias (Pseudomonas, Staphylococcus spp), levaduras (Malassezia spp) y en ocasiones hongos (Aspergillus, Trichophyton, Microsporum…), por eso es muy importante que el veterinario realice una citología de la secreción ótica antes de prescribir un tratamiento determinado.
En cualquier caso las otitis pueden ocasionar prurito (picor) e irritación del oído, ladeo de la cabeza (el perro sacude su cabeza más de lo normal, lo notas más irritable e incluso agresivo cuando le tocas las orejas…) Muchas veces el propietario detecta un mal olor del perro y la aparición de una secreción de color amarillenta o marrón-negruzca. El rascado continuo puede ocasionar heridas y lesiones de la piel, que pueden llegar a sobreinfectarse, por lo que es importante detectar la otitis lo antes posible.
En la época de más calor los bosques y zonas rurales se llenan de espigas y arbustos secos y en el caso de las espigas, pueden ser el motivo primario de la otitis. Si es el caso, o sospechas que lo puede ser, debes llevar a tu mascota al veterinario, para que pueda extraer (bajo sedación) la espiga del interior del canal auditivo del perro. Son las razas de perros con orejas caídas y de pelo largo (Cocker Spaniel, King Cavallier…) las más propensas a padecer otitis, pero también otras como West Highland White Terrier, Bulldog francés, Beagles, Caniches, Pequinés, Basset Hound, entre otras.
En cualquier caso, al menor signo que te haga pensar que tu perro o gato está molesto y la causa del dolor puede ser una otitis, es muy importante que acudas al veterinario para que valore el tipo de otitis que padece tu mascota, la gravedad y el mejor tratamiento para cada caso. Una vez terminado el tratamiento es importante realizar una revisión con el veterinario para asegurarnos que hemos conseguido la curación completa de nuestro bicho.