Mitos veterinarios que seguro que desconoces...
En los ya muchos años que llevo de profesión veterinaria me he encontrado con multitud de supersticiones, creencias y falsos mitos en relación a nuestras mascotas.
La frase suele empezar con: "es que siempre se ha dicho que…", "en el parque me contaron que…", o la más reciente: "he visto en internet que esto que le ha salido a mi perro puede ser…".
He de aclarar que, a pesar de que hoy en día Google nos resuelve infinidad de dudas y preguntas, no todo es tan cierto como puede parecer, por lo que debemos evitar realizar un diagnóstico por nuestra cuenta y mucho menos automedicar a nuestra mascota por lo que hayamos leído en un foro veterinario, página web o lo que nos diga la vecina del 5º (que tiene conocimientos sobre perros y gatos desde que nació).
Puede que sea evidente y reiterativo, pero sólo el veterinario sabrá resolver nuestras dudas gracias a su conocimiento y experiencia en la materia. Volviendo a lo que nos ocupa, algunos de los dichos populares o falsas creencias son:
Las hembras deben tener una camada antes de ser esterilizadas. Esta creencia tan extendida es completamente falsa. Las perras o las gatas no necesitan ser madres antes de ser esterilizadas ya que tener o no cachorros no influye en su salud ni se van a “sentir mejor” por tener descendencia. Lo que sí que es real es que la esterilización en perras a una edad temprana (antes del primer celo) reduce, de manera muy significativa, la probabilidad de desarrollar un tumor mamario en un futuro. Además, en general se aconseja la esterilización para prevenir camadas indeseadas, pseudogestaciones, infecciones de útero, quistes ováricos…
Cuando un perro tiene la nariz (trufa) seca es que tiene fiebre. Falso. La humedad de la nariz (o ausencia de esta) no es un buen indicador de enfermedad. Este grado de humedad puede verse afectado por un ambiente con calefacción que reseca las vías respiratorias. Si queremos saber a ciencia cierta si nuestro perro tiene fiebre, debemos ponerle un termómetro vía rectal y en caso de superar los 39ºC, debemos acudir al veterinario.
Un cachorro no puede bañarse hasta que no tiene todas sus vacunas. Otro falso mito. Los cachorros pueden bañarse siempre que lo requieran con agua templada y champú indicado para un pH canino. Antiguamente se recomendaba esperar 15 días después de cada vacuna para lavar al cachorro, pero con las vacunas de hoy en día esperar 5-7 días es suficiente. El motivo de la espera es por que al vacunar, las defensas del animal están reaccionando a la vacuna y si se constipa o coge frío después del baño sus defensas no estarán al 100%.
Los perros ven en blanco y negro. Falso. Los perros distinguen colores aunque no como nosotros los vemos. Son capaces de diferenciar colores distintos como el azul y el amarillo, pero tienen más dificultades para distinguir el rojo y el verde (algo parecido al daltonismo humano).
Cuando llega el calor tu mascota estará más fresquita si le cortas el pelo bien corto. Mentira. Esta afirmación no solo no es correcta, sino que provoca el efecto contrario en la temperatura corporal del perro. La queratina capilar es fundamental para mantener la temperatura bajo control. Puede haber una diferencia de hasta de casi 7 grados centígrados entre las zonas rasuradas y las que no lo están. Por este motivo está contraindicado cortarles el pelo a los perros con el fin de aliviarles del calor veraniego.
Comer azúcar hace que el perro se vuelva ciego. Este mito es una verdad a medias. Nuestro perro no se quedará ciego si un día nos roba la magdalena del desayuno, pero si a menudo le damos bollería, galletas y azúcar, podemos ayudar a que desarrolle una diabetes. Esta enfermedad, entre otros síntomas, provoca cataratas oculares, lo que significa que el cristalino se volverá más opaco, y al igual que en las personas, la visión se verá afectada.
Los perros castrados cambian el carácter y pierden la alegría. Esto también es mentira. La única consecuencia negativa de la esterilización en machos y hembras es que, en general, tienen más tendencia a engordarse, pero esto puede corregirse e incluso evitarse con ejercicio continuado y, en caso necesario, una dieta hipocalórica. En cualquier caso, la castración no cambia el carácter de nuestro perro ni hace que sea menos alegre. En cambio los beneficios de la esterilización de perros macho son múltiples: evitaremos que se escapen detrás de perras en celo, peleas con otros machos, neoplasias testiculares, hiperplasia prostática benigna, quistes prostáticos, etc.
El ajo es un buen antiparasitario. Esto no sólo es falso si no que puede acarrear graves consecuencias. El ajo, como la cebolla, las uvas y el cacao son tóxicos para el perro ya que no pueden metabolizarlo igual que nosotros.
Darles huesos ayuda a que los dientes estén mas limpios. Los huesos pueden astillarse (sobretodo los de ave y conejo) e irritar el sistema digestivo. También pueden quedarse atascados en el arco mandibular, provocar estreñimiento o incluso en casos graves, perforaciones de estómago o intestinos. Los huesos no solo no van a ayudar a eliminar el sarro dental sino que pueden ocasionar fracturas de piezas dentales al ser mordidos. En la actualidad existen multitud de premios, juguetes y accesorios que nos ayudarán a mantener la boca de nuestros perros más limpias.
Mi perro entiende todo lo que le digo. Los perros son animales muy inteligentes, pero no son capaces de entender el lenguaje con la misma capacidad que un ser humano ni de aprender todo nuestro vocabulario. Son capaces de entender ciertas palabras de una frase, sobretodo si éstas tienen una consecuencia directa (¿vamos?, calle, chuche…). También es muy importante la entonación y gesto que utilicemos al dirigirnos al perro y darle una orden. De esta manera, una misma palabra, acompañada de un tono de voz y un mismo gesto, hará que el perro entienda muchas de las cosas que queramos decirle.
Los gatos que no salen de casa, no necesitan vacunas. Esta es una de las frases que oigo con más frecuencia en la consulta veterinaria. Hay varios virus que pueden transmitirse al gato vía aerógena, es decir, por inhalación de partículas o por aerosoles libres en el ambiente. Por este motivo, recomendamos vacunar a todos los gatos, independientemente de cuál sea su estilo de vida (outdoor o indoor).
Cuanto más se lava a los perros, menos huelen. Esto no sólo no es verdad, sino que es todo lo contrario. Al lavar con agua y jabón a nuestro perro frecuentemente, eliminamos la barrera lipídica de la dermis, lo que lo hace más propenso a tener problemas de descamación, dermatitis y a que desprenda mayor olor “a perro” que no si nos limitamos a bañarlo cuando sea necesario o como mucho una vez al mes.
Estos son sólo algunas de las preguntas y falsas creencias que nos encontramos a diario los veterinarios de pequeños animales. Por eso, ante la duda, ¡pregúntanos!