Higiene oral en perros y gatos
La mayoría de nosotros hemos olido en alguna ocasión un aliento desagradable en perros y gatos, ya que es algo habitual, pero… ¿Por qué se produce?
En general, el mal aliento se produce por la aparición de sarro e infección en las encías como consecuencia de una ausencia (o insuficiente) higiene bucal. Sin embargo, el mal aliento es el mal menor de este problema. Existen otras consecuencias más preocupantes; como el dolor, la pérdida de los dientes, problemas oculares o incluso el paso de la infección hacia el corazón.
Es muy importante que cuando detectemos que nuestro bicho tiene mal aliento (u otros problemas orales), acudamos al quirófano para hacer una limpieza de boca, en profundidad, mediante un aparato de ultrasonidos, igual que el que utilizan los dentistas.
Hay que tener en cuenta también que si después de esta limpieza no tomamos otras medidas, es cuestión de tiempo que el sarro vuelva a aparecer. Por ello, es fundamental la prevención, realizando un cepillado dental al menos una vez al día.
¿Cómo cepillarle los dientes a mi bicho?
Lo mejor es introducir la limpieza de dientes como parte de la rutina diaria en cachorros, a partir de los 6 meses o un poco antes. Y, aunque seguramente con algo más de dificultad, los bichos adultos también lo tolerarán. Empezaremos de forma gradual, limpiando sólo unos dientes por la parte exterior y pararemos cuando veamos que esto incomoda al animal. El objetivo es llegar a limpiar todos los dientes, idealmente por ambas caras, en unas 3-4 semanas.
Para realizar el cepillado existen varias opciones: dedales de goma, dedales con cepillo, cepillos adaptados…y siempre con pasta dentífrica específica para ellos, ya que al contrario que la pasta para humanos, puede ser ingerida.
Si no es posible cepillar los dientes, ¿Qué otras medidas preventivas puedo tomar?
Actualmente existen una gama de premios funcionales, es decir, además de servir para premiar a nuestra mascota, le aportan un beneficio. Es el caso de por ejemplo, los huesos o chuches que ayudan a limpiar sus dientes, gracias a su textura y componentes, que provocarán un efecto abrasivo en la superficie dental. De igual manera encontramos juguetes diseñados para ser mordidos durante un rato y así ayudar a limpiar los dientes y/o “masajear” las encías. Además, existen otros productos sólidos y líquidos que pueden mezclarse con el agua o la comida de nuestro perro/gato para mejorar la higiene bucal y el mal aliento. Hay que tener en cuenta que estas medidas, aunque requieren menos esfuerzo que el cepillado, también son menos efectivas.