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¡Mamá, quiero un loro!

Si te estás planteando tener un loro como bicho de compañía, la entrada de hoy está hecha exclusivamente para ti.


Los loros son una buena opción si queremos tener un ave en casa, ya que aprenden rápido y están habituadas a convivir con personas, pero hay que tener presente que al igual que cualquier otro animal que decidamos comprar o adoptar, conlleva tiempo y responsabilidad adiestrarlo.

Entre las responsabilidades, encontramos la de proporcionar bienestar. Es decir, conseguir que el animal pueda expresar su comportamiento normal y que esté libre de miedo y estrés. Para ello, es muy importante el enriquecimiento ambiental. ¿Qué medidas podemos tomar para estimular su aprendizaje y entretenimiento? ¿Qué otras para fomentar su socialización y actividad física y mental? Seguid leyendo…


En el caso de los loros, este enriquecimiento se consigue principalmente con el juego, ya que la mayoría de ellos interactúan, aprenden y se ejercitan jugando. Hay que prestar especial atención a aquellos loros que solo viven con humanos.


El juego se aplica a tres ámbitos principales: la jaula, la alimentación y las relaciones sociales.


Jaula: es el espacio donde el loro pasa más horas. Dado que lo considera “su espacio privado”, se desaconseja invadir su espacio sin antes avisarlo. La jaula deberá ser lo suficientemente grande como para que el loro pueda extender sus alas y hacer pequeños vuelos y saltitos.


Desde el exterior, podemos jugar con él, a los típicos juegos que se hacen con los bebés, como el “cú-cú” o el escondite, para que nos llame. También podemos optar por ponerle música (no siempre porqué sino lo entenderá simplemente como un ruido de fondo) e intentar motivarlo para cantar y bailar.


Es muy importante incluir juguetes indestructibles (hechos con materiales duros) pero también destructibles (hechos de madera, cuerdas, cartón…) ya que parte de su comportamiento consiste en romper cosas y de otra forma nuestro bicho se podría llegar a frustrar.

Dieta: En su hábitat natural, los loros pasan muchas horas al día buscando alimento. Por ese motivo, la incorporación de juegos que requieran esfuerzo físico o mental para conseguir la comida como recompensa, les proporciona bienestar mental. El alimento para jugar debe ser uno de sus preferidos y siempre diferente al de la dieta habitual, para incrementar su motivación por conseguirlo. Por lo general, los frutos secos y la fruta son su plato estrella.

Relaciones sociales: Es importante que el loro establezca relación con todos los miembros de la familia y que todos interactúen con él para minimizar problemas de conducta en un futuro.

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